MATRIMONIO | CUANDO DECIDAS FORMAR UN HOGAR, CÁSATE ENAMORADO, Y SÉ FIEL A TU CÓNYUGE.
Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Marcos 10:9.
Unos fariseos le preguntaron a Jesús acerca de las causas del divorcio y él respondió que hay solo una causa: el adulterio. Después, los discípulos, quienes se quedaron meditando en el tema, le preguntaron lo mismo al Maestro. Él respondió: “Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio” (Mar. 10:11,12). Lucas hace el mismo comentario (Luc. 16:18). Mateo agrega que a los discípulos les pareció esta ley tan difícil de cumplir que dijeron que sería mejor no casarse. Jesús replicó que no cualquiera puede ser eunuco (Mat. 19:10,11).
En el Sermón del Monte, Jesús había dicho que la única causal de divorcio es la fornicación (Mat. 5:32), pero no habían aprendido la lección. Desde el tiempo de Moisés, muchos hombres habían transgredido la ley matrimonial, pero la normativa del divorcio los había escudado del castigo a los adúlteros, la lapidación, según Levítico 20:10. No había sacrificio para expiar la culpa del adúltero. Muchos, por su dureza de corazón, habían cometido adulterio ‘ y habían hecho que sus mujeres repudiadas cayeran en lo mismo.
Hoy, cuando los índices de divorcio siguen aumentando en el mundo secular y aun entre los cristianos, debemos levantar el estandarte de la unidad y la fidelidad conyugal. Sigue estos consejos inspirados:
El símbolo más dulce del cielo es un hogar presidido por el espíritu del Señor. Si se cumple la voluntad de Dios, los esposos se respetarán mutuamente y cultivarán el amor y la confianza —HC12.
En las mentes juveniles el matrimonio está revestido de romanticismo y es difícil despojarlos de ese carácter que le presta la imaginación, para hacer que la mente comprenda cuán pesadas responsabilidades entraña el voto matrimonial. Liga los destinos de dos personas con vínculos que solo la muerte puede cortar —HC 309.
El matrimonio es una unión para toda la vida y un símbolo de la unión entre Cristo y su iglesia —HC 82.
Cuando decidas formar un hogar, cásate enamorado, y sé fiel a tu cónyuge.
