“Los Mensajes de Jesus a las siete Iglesias”

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. Apocalipsis 3:21.

Desde Patmos, por medio de Juan, Jesús envió una carta con siete mensajes a su pueblo. Si bien esos mensajes originalmente incumbían a las iglesias de Asia de la época de Juan, también se escribieron para todos los cristianos a lo largo de la historia.

Una comparación paralela de estos mensajes muestra que siguen la misma estructura séxtuple. Cada uno comienza cuando Jesús se dirige a la iglesia específica mencionando su nombre. La segunda parte comienza con la frase: “El que tiene […] dice esto”, donde Jesús se presenta a cada iglesia mencionando las características autodescriptivas que se encuentran en el capítulo 1. Esas descripciones de Jesús se adecuaban a las necesidades específicas de cada iglesia. Por lo tanto, Jesús destacó su habilidad para enfrentar las diferentes luchas y situaciones de cada iglesia. A continuación, Jesús hace una evaluación de la iglesia y luego aconseja a la iglesia cómo salir de su aprieto. Finalmente, cada mensaje concluye con un llamado a escuchar al Espíritu y con promesas para los vencedores.

Al analizar los mensajes, veremos que Jesús era capaz de satisfacer las necesidades de cada iglesia, independientemente de la situación. Por ende, indudablemente también puede satisfacer nuestras necesidades actuales.

Los siete mensajes a las iglesias muestran un declive espiritual en ellas. La iglesia de Éfeso todavía era fiel, aunque había perdido su primer amor. Las iglesias de Esmirna, Pérgamo y Filadelfia eran fieles; solo un número reducido de miembros díscolos eran infieles. Tiatira era una iglesia dividida en dos fases en relación con su fidelidad a Cristo. La iglesia de Sardis estaba en una condición muy seria. La mayoría en esta iglesia no estaba en armonía con el evangelio, mientras que el remanente representaba a los pocos fieles. La condición de la iglesia de Laodicea era tal que no había nada bueno que decir acerca de esa iglesia.

Al concluir cada mensaje, Jesús hizo promesas a los que aceptaban sus consejos. Sin embargo, se puede observar que, junto con la evidente decadencia espiritual de las iglesias, hay un aumento proporcional en las promesas dadas. Comenzando con Éfeso, que recibe solo una promesa, ya que cada iglesia sigue la tendencia espiritual descendente, cada una recibe más promesas que la anterior. Finalmente, la iglesia de Laodicea, si bien recibe una sola promesa, esta es la mayor: compartir el trono de Jesús (Apoc. 3:21).

 


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *