“La organización de la iglesia y su unidad”

Para Memorizar: “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” (Mat. 20:2627).

Somos cristianos protestantes que creen que la salvación es solo por la fe en lo que Jesucristo ha logrado por la humanidad. No necesitamos una iglesia ni una jerarquía eclesiástica para recibir los beneficios de lo que Cristo ha hecho por nosotros. Lo que obtenemos de Cristo lo obtenemos directamente de él, como nuestro Sustituto en la Cruz y como nuestro Sumo Sacerdote mediador en el Santuario celestial.

No obstante, la iglesia es una creación de Dios, y Dios la colocó aquí no como un medio de salvación sino como un vehículo para ayudarnos a expresar y manifestar esa salvación al mundo. La iglesia es una organización que Jesús creó para la difusión del evangelio en el mundo. La organización es importante en la medida en que consolide y habilite la misión de la iglesia. Sin una organización eclesiástica, el mensaje salvífico de Jesús no podría comunicarse de manera tan efectiva a los demás. Los dirigentes de la iglesia también son importantes, ya que fomentan la unidad e ilustran el ejemplo de Jesús.

Esta semana estudiamos por qué la organización de la iglesia es esencial para la misión y cómo puede fomentar la unidad de la iglesia.

“Responsabilidad individual y unidad cristiana”, Testimonios para los ministros, pp. 485-505; “Unidad en la diversidad” y “La disciplina en la iglesia”, Obreros evangélicos, pp. 498-500 y 515-518, respectivamente.

“Los buenos principios de liderazgo se aplican en todo tipo de sociedades, incluida la iglesia. Sin embargo, el líder eclesiástico debe ser más que un líder. También debe ser siervo.

“Existe una contradicción evidente entre ser líder y ser siervo. ¿Cómo se puede liderar y servir al mismo tiempo? El líder ¿no ocupa un puesto de honor? ¿No es que manda y espera que los demás le obedezcan? Entonces, ¿cómo es que ocupa la posición más baja de ser siervo, de recibir órdenes y cumplirlas?

“Para resolver la paradoja, debemos mirar a Jesús. Él representó magistralmente el principio de liderazgo de servicio. Toda su vida fue de servicio. Y, al mismo tiempo, fue el líder más grande que el mundo jamás haya visto”.-G. A. Keough, Our Church Today: What It Is and Can Be, p. 106.

Resumen: Es esencial tener una buena organización eclesiástica para la misión de la iglesia y para la unidad de los creyentes. Cristo es la Cabeza de la iglesia, y los líderes de la iglesia deben seguir su ejemplo mientras conducen al pueblo de Dios. La unidad se conserva mediante la enseñanza fiel de la Palabra de Dios y una vida de fidelidad a esa Palabra.


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