El papel del enojo en los conflictos ¿Quién no ha experimentado enojo en uno u otro momento?

Lo que lo hace más difícil es cuando ese enojo va dirigido a un miembro de la familia. Además de la negación a perdonar, el enojo puede convertirse en un veneno que causará un gran dolor y sufrimiento en el hogar y la familia, y en las relaciones en general.

Lee Efesios 4:26 y 27; y Eclesiastés 7:9. ¿Cómo podemos equilibrar nuestra comprensión del enojo como una emoción y del enojo como un pecado? ¿Cuál es la diferencia?

¿Qué dice Santiago 1:19 y 20 que debemos aplicar todo el tiempo posible, pero especialmente cuando tratamos con miembros de la familia cuyas acciones, actitudes y palabras nos hacen encolerizar?

Si estás enojado por algo, en lugar de dejarlo flotar como una nube oscura sobre tu vida, conviértelo en algo positivo. Ora por los que te lastiman y te maltratan, perdónalos y conviértete en una bendición para ellos. Probablemente no sea fácil al principio, pero cuando tomes la decisión y la sigas Dios se encargará del resto.

A veces, la raíz de la ira proviene de las características de los hogares en los que crecimos. Las personas enojadas a menudo provienen de familias enojadas, porque aprenden de sus modelos y siguen el mismo comportamiento en su vida, y finalmente se lo transmiten a sus hijos. A veces la ira puede ser el resultado de necesidades no satisfechas o de los celos, como fue el caso de Caín, que lo condujo al asesinato de su hermano.

Quizá tengas una buena razón para estar enojado, pero no la utilices como excusa para seguir así. No niegues el motivo real ni trates de justificarlo. Más bien, pídele a Dios que te ayude a resolverlo en forma positiva. El apóstol Pablo nos da un buen consejo: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Rom. 12:21).

Todos tenemos cosas que nos hacen enojar, incluso hasta el punto que nos duelen. Y, en algunos casos, probablemente tengamos motivos reales para estar enojados. La pregunta es: ¿Cómo hacer, mediante el poder de Dios, para impedir que ese enojo nos haga sentir miserables a nosotros mismos y a los que nos rodean?


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