INTEGRIDAD | TÚ TAMBIÉN TIENES UN PRECIO, DILE QUE A TI YA TE COMPRARON: TE COMPRO JESÚS. |
¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? Dice Jehová. Jeremías 35:13.
Aún no salían los recabitas de su asombro cuando se oyó una voz que en tono solemne se negó a obedecer. Era Jaazanías.
Jeremías sonrió.
Dios también.
Y los recabitas le contaron al profeta de la abstinencia de vino que habían jurado a su antepasado Jonadab, hijo de Recab. Entonces Dios los elogió por boca de su profeta:
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová. Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros desde temprano y sin cesar, y no me habéis oído. Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres: mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis. Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre; pero este pueblo no me ha obedecido (Jer. 35:13-16).
Y al elogio siguió la promesa:
«Así ha dicho Jehová de los ejércitos. Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mandó; por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No faltará de Jonadab hijo de Recab un varón que esté en mi presencia todos los días» (vers. 18,19).
La integridad paga buenos dividendos. Dios ama a todos, pero confía en los íntegros. Sé íntegro. Si alguien quiere comprarte para que renuncies a tu integridad, y te dice que tú también tienes un precio, dile que a ti ya te compraron: te compro Jesús.
