EL VALOR DE APRENDER A DAR GRACIAS POR TODO

Dar las gracias al recibir algo de parte de alguien es costumbre en la educación que nuestros padres nos enseñan desde pequeños, especialmente, en el entorno de las reuniones familiares.

Cuando los abuelos nos daban algo, nuestros padres nos decían “¿Cómo se dice?”, y nosotros, un poco pasmados, decíamos “Gracias”.

Con el tiempo, comenzamos a ver este hábito como parte esencial de tener buenos modales en las relaciones interpersonales. Para algunos de nosotros, decirlo es casi automático.

Lo que muchas personas desconocen es el poder de dar “gracias”.

La gratitud funciona como una varita mágica. Es capaz de cambiar cualquier situación negativa e incómoda a una positiva y de provecho. Al aplicarla en distintas áreas de nuestra vida, podemos transformarla de forma extraordinaria.

Materializar lo que se desea

Desde hace varios años, se habla de la Ley de Atracción, la cual establece que las energías iguales se atraen. Esto vas más allá de pensar en algo y atraer eso a nuestra vida. Aquí hablamos de vibración o emoción.

La gratitud es una emoción de alta vibración, la cual atrae todo lo positivo. Siempre que recibimos, automáticamente decimos “gracias”. ¿Qué tal sería pensar en lo que queremos y dar gracias porque ya lo tenemos?

¡¡Feliz día!!