“JESÚS Y LOS NECESITADOS”

Lee Para el Estudio: Lucas 1:46-554:16-217:18-23Mateo 12:15-2121:12-16Marcos 11:15-19Isaías 53:3-6.

Para Memorizar: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Luc. 4:1819).

Entre otras razones para encarnarse, Jesús vino a mostrarnos cómo es Dios. Él hizo esto mediante sus enseñanzas, su sacrificio y su vida; es decir, con su forma de interactuar con la gente común. Muchas cosas que hizo provocaron cambios inmediatos y tangibles en la vida de los demás.

Este aspecto del ministerio del Mesías había sido predicho por los profetas del Antiguo Testamento; por María, la madre de Jesús; e incluso por el mismo Jesús cuando definió su misión en el primer sermón que está registrado (Luc. 4). Además, los autores de los evangelios, mientras narraban la historia de Jesús, a menudo utilizaban el lenguaje de los profetas del Antiguo Testamento para explicar lo que él hacía. De esta manera, la vida de Jesús se ve claramente en la tradición de estos profetas, incluida su compasión por los pobres y los oprimidos.

Sin embargo, los líderes religiosos percibían a Jesús como una amenaza. En un horrible ejemplo de injusticia y crueldad, arrestaron a Jesús, lo procesaron arbitrariamente y lo crucificaron. En Jesús, Dios sabe lo que es la injusticia y, en su muerte, expuso el horror del mal. No obstante, en su resurrección, triunfó a favor de la vida, la bondad y la salvación.

“Dios ha dado evidencias contundentes en su Palabra de que castigará a los transgresores de su Ley. Los que se crean ilusiones de que él es demasiado misericordioso para ejecutar su justicia contra los pecadores, sólo tienen que mirar a la cruz del Calvario. La muerte del inmaculado Hijo de Dios testifica que ‘la paga del pecado es muerte’, que toda violación de la Ley de Dios debe recibir su justa retribución. Cristo, que era sin pecado, se hizo pecado por causa del hombre. Cargó con la culpabilidad de la transgresión y el ocultamiento del rostro de su Padre, hasta que su corazón fue destrozado y su vida aniquilada. Hizo todos esos sacrificios con el fin de que el pecador pudiese ser redimido. De ninguna otra manera podía liberarse el hombre de la penalidad del pecado. Y toda alma que rehúse llegar a ser participante de la expiación conseguida a tal precio debe cargar en su propia persona con la culpabilidad y el castigo por la transgresión”

Resumen: En los evangelios, el ministerio de Jesús se presenta y se explica, relacionándolo con la obra de los profetas del Antiguo Testamento. Las buenas nuevas para los pobres, la salud para los quebrantados de corazón y la libertad para los cautivos se proclamaron como indicadores del Mesías; y es algo que Jesús demostró en todo su ministerio. Con todo, con su muerte, él también sufrió la peor de las injusticias; finalmente, superó lo peor de la humanidad caída y lo inhumano que esta conlleva. Gracias a su muerte injusta en favor de nosotros, pueden ser perdonados nuestros pecados, y tenemos la promesa de la vida eterna.


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